Hay vida después de la muerte, asegura un científico
20 Noviembre | Noticias Cristianas Maranatha
Durante los
últimos siglos, ciencia y religión parecen haber transitado caminos separados y
muchas veces conflictivos en torno a sus principios, sobre todo en los que
conciernen a la metafísica.
Sin embargo,
si el biólogo celular Robert Lanza tiene razón, la ciencia podría haber
provisto la prueba final de que en realidad existe la vida más allá de muerte,
cita el diario británico The Independent.
En un
artículo expuesto en su sitio web, Lanza, defiende una teoría denominada
biocentrismo, la que se centra en que el universo sólo existe en la medida en
que un individuo está consciente de él. De esta forma, en realidad es la vida
la que crea el universo, y no el universo a la vida, como se piensa
tradicionalmente.
Dado que bajo
esta premisa el tiempo y el espacio son sólo conceptos mentales, la muerte como
la conocemos simplemente no existe, ya que no existen verdaderos límites para
definirla. De hecho, sería sólo un concepto mental.
Para Lanza,
el biocentrismo es una teoría hermanada a la de los universos paralelos -de
bastante aceptación entre los físicos teóricos- donde cualquier acción podría
tener diferentes efectos, en múltiples universos, de forma simultánea.
Y si
aprendemos a cuestionar nuestras ideas preconcebidas sobre el tiempo y la conciencia,
podríamos estar a puertas de un cambio radical en nuestra forma de ver el
mundo, tal como sucedió en el siglo XV tras comprender que la Tierra no es
plana sino redonda, argumenta el especialista de la Wake Forest University de
Carolina del Norte.
La física
cuántica presenta las pruebas
Pero, ¿cómo
pasamos de estos principios filosóficos a las evidencias? Según Lanza, el
experimento de la doble rendija -usado en física cuántica- es la mejor prueba
de cómo la percepción de una persona puede incidir en su entorno.
En este
intrigante experimento, cuando los investigadores observan a una partícula
pasar a través de una ranura, esta lo hace como haría una bala disparada desde
un cañón. Sin embargo, cuando no se observa, la partícula cambia su
comportamiento y lo hace como si fuera una onda.
Los físicos
han tratado de explicar esta extraña situación, argumentando que una partícula
es capaz de actuar como dos entidades separadas a la vez, lo que por supuesto
modifica nuestros conceptos de tiempo y espacio.
Si quedaste
con dolor de cabeza, Lanza propone un ejemplo más simple. Mira el cielo, ¿es de
color azul verdad? Sin embargo si nuestras células receptoras fueran
modificadas para ver el cielo verde, ¿significa que el cielo alguna vez fue de
color azul o en realidad era nuestra percepción de él?
Respecto de
nuestra mortalidad, el científico explica que nuestra vida es “una flor eterna
que vuelve a florecer en el multiverso”.
“La vida es
una aventura que trasciende a nuestra forma lineal de pensamiento. Cuando
morimos, no lo hacemos en un sistema aleatorio de bolas de billar que caen en
un agujero, sino en un sistema de vida de la que no podemos escapar”, concluye.