Mujer abandona el budismo tras parecérsele Jesús en un sueño
10 Abril 2014 | Noticias Cristianas Maranatha
Una mujer
llamada Yulia confesó que intentó suicidarse tras no soportar más los
conflictos con su madre, la muerte repentina de su padre y la profunda
depresión le hizo pensar que ya nadie la amaba.
Yulia, había
sido criada por padres budistas que vivían en Rusia quienes con regularidad
asistían al santuario para rendirle culto a Buda.
Sin embargo
cuando murió su padre quien era ingeniero, su madre -una bioquímica- no pudo
soportar la pérdida de su esposo y esta cayó en depresión, alcoholismo y
terminó maltratando a su hija.
Día tras día,
las peleas y las discusiones crecían. Cuando Yulia tenía 21 años, su madre
alcoholizada la echó de la casa, ella enojada le dijo: “Vete. No me importas. Y
si te mueres ni siquiera voy a llorar”.
En el punto
culminante de su desesperación, Yulia hizo un balance de su vida: Su madre le
había dicho que no le importaba más, los amigos que ella apreciaba la habían
abandonado cuando más los necesitaba. Ella no había estudiado, y odiaba su
trabajo de limpiadora. Así que decidió quitarse la vida.
“No puedo
vivir sin ti”
En una en una
pequeña habitación oscura. Yulia, encontró una cuerda con la cual hizo un nudo
grueso, luego colgó la cuerda de una viga en el techo. Puso una mesa, se subió
en ella y cuando ella se iba a suicidar: Recordó a sus amigos que le habían
hecho una visita. Sus rostros delataban que sabían de su dolor, pero en vez de
quedarse a charlar con ella la abandonaron.
Ella estaba
más sola que nunca, su madre la había echado de la casa. Voces en su cabeza le
decían que era inútil, despreciable y que la vida no valía la pena.
Yulia, se
abalanzó sobre la parte superior de la mesa con pensamientos de condena, dudas
y depresión que inundaban su mente. De pronto, su madre entró en la habitación
y cuando la vio se enfrentó a Yulia y le gritó que se detuviera.
En ese
instante ella compartió todo el dolor desgarrador y la desesperación que
sentía. Le dijo que la habían abandonado: “Incluso mi madre me odia, ¿qué
hago?”.
La madre de Yulia se
entristeció por la confesión de su hija, y le dijo: “No puedo vivir sin ti.
Vamos a casa y empecemos de nuevo”, le dijo. Yulia dice que ese día fue uno de
los más felices de su vida.
Después de unos días, un
cristiano local visitó su casa. “Yulia, ¿sabes que hay un Dios”, le preguntó.
“Sí”, respondió ella. “Este dios no es Buda”, agregó. “Es Jesucristo, que te
ama y dio su vida por ti” Estas palabras le partieron el corazón a Yulia porque
pensaba que nadie la quería.
Una semana después, Yulia
tuvo “un sueño increíble”, donde Jesús se le apareció. Ella le preguntó: “¿Por qué murió mi padre de
repente?”, “¿Por qué mi madre toma?” y “¿Por qué tengo todos estos problemas?”.
En el sueño, Jesús le dijo: “Cree en mí y ora Yulia, y te salvaré”. Ha pasado un mes desde que aquel cristiano visitó a
Yulia, ahora ella visita una congregación local, donde Dios ha usado los
servicios y la lectura de la Biblia para tocar profundamente su corazón.
Yulia, ha confesado sus
pecados y se ha arrepentido. Ahora ella vive una nueva vida en Jesús. Ella
admite que todavía tiene algunos problemas pero ahora no está sola porque tiene
un Señor y Salvador a su lado para enfrentarlos.