Noticias Cristianas Maranatha

martes, 12 de junio de 2012


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A pesar de la habitual polarización política en torno al debate migratorio en Estados Unidos, algunos líderes evangélicos de denominaciones conservadoras – tradicionalmente vinculadas al partido republicano – están pidiendo una solución al problema de la inmigración clandestina que no pase por tratar a los inmigrantes como criminales.Las leyes promulgadas en Alabama y Arizona están resultando – según algunos analistas – desastrosas, tanto desde un punto de vista económico, ético y de convivencia.
 En junio de 2011 el gobernador republicano Robert Bentley promulgó la ley HB56,  que prohíbe cualquier beneficio público para los inmigrantes ilegales, obliga a los colegios a informar si un alumno es ilegal y se prohíbe a las empresas la contratación de trabajadores extranjeros sin documentación, entre otras directrices.
Unos meses antes Arizona había promulgado la ley SB1070, conocida como la “Ley del odio”, con términos similares a la de Alabama.  En pocas semanas el Tribunal Supremo de EEUU emitirá su dictamen sobre la ley SB1070 de Arizona,  que se encuentra parcialmente paralizada. Lo que decidan los nueve magistrados tendrá previsiblemente un impacto sobre leyes similares en estados como Georgia, Carolina del Sur y Alabama.
 MISIÓN, POLÍTICA E INMIGRACIÓN
 No es fácil definir una posición concreta de las iglesias evangélicas ante ambas leyes.  Juan Francisco Martínez, profesor del Seminario Fuller y experto en estos asuntos,  escribía en su blog en Protestante Digital  que se produce un “dilema” en denominaciones como la de los Bautistas del Sur, cuyas congregaciones latinas “apoyan la ley anti-inmigrante” cuando, históricamente, han tenido un gran crecimiento entre los inmigrantes.
“Así que el esfuerzo misionero queda truncado por la postura política”, comenta Martínez, que explica además cómo  esta postura “va en contra del liderazgo nacional de los Bautistas del Sur”.  De hecho “tanto el Dr. Richard Land como el Dr. Albert Mohler se han declarado a favor de una reforma migratoria justa e integral. Los dos son parte de esfuerzos nacionales que están trabajando para que se dé una ley de reforma migratoria”.
“Mi oración – concluye Martínez – es que la postura misionera también cree en los Bautistas del Sur de Alabama una actitud de hospitalidad, una disposición de buscar el bien de sus hermanos en Cristo latinos.  Si no hay un cambio de actitud se encontrarán en una postura que consistirá en evangelizar a los latinos, bautizarlos y luego deportarlos”.
Gabriel Salguero, presidente de la Coalición Nacional de Latinos Evangélicos (NLEC), que agrupa a unas 3.000 congregaciones, se expresa de forma similar.  “Criminalizar a los indocumentados es contrario a una visión moral, justa y cristiana, al tiempo que una reforma migratoria sería de provecho para el país, al permitir que contribuyan con impuestos y con ideas”,  afirmó el pastor.
 PRÓXIMOS ENCUENTROS DE LÍDERES
 El próximo 12 de junio, líderes evangélicos de todo el país se congregarán en Washington para presionar por una solución consensuada al problema de la inmigración clandestina.
Se prevé que, durante una rueda de prensa en el Capitolio,  estos líderes divulguen una “declaración de principios” firmada por al menos un centenar de evangélicos de alto nivel, entre ellos Richard Land, de la Convención Bautista del Sur, y representantes de la Asociación Nacional de Evangélicos y de la Conferencia de Liderazgo Nacional Cristiana Hispana.
Un creciente número de grupos evangélicos y conservadores busca forjar alianzas para exigir que el Congreso de EEUU apruebe una reforma exhaustiva y regularice a los 11 millones de indocumentados.Al parecer, el cansancio por la inacción del Congreso y sus pugnas partidistas no se limita a las organizaciones hispanas y los grupos progresistas, que durante décadas han estado presionando por una reforma migratoria
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